Escritos,  Ocio

Desire 1/2. A high class love story

Este post es una contribución de Magdalena Díaz, una escritora incipiente, aficionada al manga y al anime, que un día (después de leer mangas de Yuu Watase, Ako Shimaki, Miho Obana y Kazune Kawahara ) se dijo: ¡Qué demonios, haré mi propia historia shoujo!. Así nace Desire 1/2. A high class love story, una historia de amor entre dos jóvenes de clases sociales diferentes (de esas que le gustan a Auyama y a Yari XD). No teniendo miedo a nada, toma como base central de su historia uno de los temas más trillados del universo, como reto para desarrollar sus habilidades como escritora. Está escrito en forma de guión por si se presenta la oportunidad de convertirlo en un manga U_U. Espero que les guste.

Autora: Magdalena Díaz
Título de la obra: Desire 1/2. A high class love story.
“Quisiera encontrar a esa persona indicada para mí. Que ese chico sea el culpable de robar mi primer beso…” Susurró la hermosa joven a la estrella fugaz, una cálida noche de verano. Con una mirada destellante de sueños e ilusión. Bajo ese cielo estrellado en la ciudad de Tokyo, Japón.
First Round.
Colegio Yuzukawa de Tokyo:
Daisuke:- ¡Jay, eres increíble! Nuevamente obtuviste la mayor calificación en clase de inglés. (Exclamó sorprendido a su amigo, mientras ambos caminaban por el pasillo, en la planta baja del colegio.)
Jay:- Huh… Gracias. (Por su tono de voz no era algo que le interesara demasiado.)
Daisuke:- ¡Los maestros no pueden creer que alguien como tú obtenga esas calificaciones en algún curso! (Insistió intentando alentar a Jay)
Jay:- ¿Se supone…que eso sea un cumplido? No es gran cosa…
Daisuke:- Supongo que el hecho de haber nacido en USA y que tus padres sean de allí…
Jay:- No lo sé, simplemente es algo muy simple para mí… (Dijo sin darle importancia, intentando lograr que su amigo callara. La actitud de Jay Cladmore era la de un pandillero malhumorado e introvertido.)
Daisuke:- Ya veo… (Susurró) Oye ¿Escuchaste los rumores sobre Sugisaki? (Exaltado continuó hablando.)
Jay:- ¿Rumores? ¿Sugisaki? ¿Qué le habrá sucedido el día de hoy a Daisuke? Está muy hablador…
Daisuke:- ¿Acaso no sabes quien es ella? (Preguntó con sorpresa)
Jay:- No tengo información sobre cada miembro de éste instituto… (Habló con cierta despreocupación y sarcasmo)
Daisuke:- Tan típico de ti… Sugisaki es una chica muy popular en Yuzukawa. Pensé que ni siquiera el buscapleitos más antisocial la desconocería, pero veo que no es así…
Jay:- ¿Oye, te estás burlando de mi? (Preguntó enojado)
Daisuke:- Para nada, Mr. Jay… (Dijo burlándose una vez más, pero luego continuó…) Sugisaki Atsuko de la clase 2-3… (Acercó su rostro a Jay esperando que éste dijera algo como: Oh, ya se a quien te refieres.)
Jay:- ¿Huh?
Daisuke:- Hija de la familia Sugisaki, una de las más famosas familias de Japón… (Acercó su rostro aún más, de una forma invasora y molesta. Conseguía que incluso Jay se sintiera nervioso.)
Jay:- Lo siento… no tengo la menor idea. (Dijo marcando distancia con sus brazos y llevando su cabeza hacia atrás.)
Daisuke:- Era de esperarse… (Susurró)
Jay:- ¿Qué hay con ella? (Continuó un poco más “interesado” en la conversación.)
Daisuke:- Bueno, sucede que ha sido transferida a otra clase en algunas materias. ¡Lo que quiere decir que compartiremos con ella algunas horas de clase! (Exclamó bastante feliz, al contrario que su amigo que aún no comprendía el motivo de esa emoción.)
Jay:- ¿Es eso… bueno? (Preguntó desorientado.)
Daisuke:- Oh, dios…eres un caso perdido Jay. (Susurró, esta vez dando una palmada suavemente en su frente.) ¡Por supuesto que es bueno! Es una de las chicas más lindas y populares del colegio entero. Apuesto a que será muy divertido… (Dijo sonriendo de una forma un poco… pervertida. Quien sabe que clase de cosas cruzaban por su mente)
Jay:- Huh… si tú lo dices…
Daisuke:- Oí que fue novia de Mitsukake Soun, pero luego de un corto tiempo lo rechazó de una forma cruel… (Miró hacia arriba, a ningún punto específico. Simplemente para concentrarse mejor y encontrar un motivo para tan polémica separación.)
Jay:- Eso no la hace dulce y linda… es más, me da escalofríos. (Dijo casi temblando)
Daisuke:- No lo comprendes, Mitsukake es el chico más apuesto del grupo según las chicas…
Jay:- ¿Y qué con eso? Ella lo rechazó… bueno, quizá sea un poco interesante. (Dijo pensativo, mientras ambos seguían caminando.)
Daisuke:- ¿Lo ves? Se que te va a gustar…
Jay:- ¡No me refiero a ella! Me refiero a que rechazó al idiota de Soun…
Daisuke:- A veces me pregunto si te gustan las mujeres realmente… (Dijo suspirando un poco molesto)
Jay:- ¡¿Qué has dicho?! (Gritó muy enojado y golpeando a Daisuke en la cabeza)
Daisuke:- Oh, lo lamento… (Se disculpó sujetando su cabeza la cual dolía mucho después de ese golpe) ¡Mira! ¡Allí está ella! Junto a Mitsukake. (Exclamó señalando a la joven)
Jay:- Huh… ¿Están… hablando?
Daisuke:- ¡No lo creo! ¡Parece que la está molestando! (Respondió al ver a Soun sujetando fuertemente a la chica y gritándole.)
Jay:- ¿Huh? ¡Debo impedirlo! (Sin pensarlo dos veces lanzó su mochila al suelo y corrió hacia donde se encontraban ambos. No podía permitir que alguien tratara a una chica de esa manera.)
Daisuke:- ¡Espera, Jay! (Exclamó mientras lo veía correr.)
Soun:- ¿Por qué, Atsuko? ¡No puedes rechazarme así! ¿Qué pensarán todos? (Gritaba a la chica de una forma amenazante, ella estaba bastante asustada.)
Atsuko:-Yo… (Sollozaba mirando a un lado)
Jay:- ¡Oye tú! ¡DETENTE! (Exigió poniéndose entre Sugisaki y el hombre, evitando que él la agitara y le gritara así.)
Soun:- ¡Aléjate Cladmore! Este no es asunto tuyo. (Intentó quitar a Jay de su camino, pero no pudo lograrlo.)
Atsuko:- ¿Huh? (Aprovechó  ese momento para alejarse un poco, a gran velocidad y asustada.)
Jay:- ¡Cualquier maldito que golpee a una chica es asunto mío! (Exclamó golpeando con su puño el rostro de Soun. Fue un golpe increíblemente fuerte. Logró lanzarlo a una larga distancia, pero sin desearlo calló sobre Atsuko dejándola en el suelo.)
Soun:- Huh… ¿V-ves lo que has hecho, maldito? (Dijo quitando sus lentes totalmente pulverizados, mientras observaba a la chica en el suelo)
Jay:- ¡Sugisaki! (Exclamó  acercándose a ella y mirándola muy de cerca, intentando despertarla.)
Atsuko:- Huh… (Todos se vio borroso por unos segundos y luego vio el rostro de Jay. Lentamente extendió su mano y acarició su mejilla, pero luego se desvaneció…)
Con el director del colegio…
– El director daba un sermón, mientras Jay y Mitsukake se encontraban sentados uno al lado del otro y mirándose de una forma desagradable. –
Director:- ¡No puedo permitir una conducta así en este colegio! Es… es increíble que dos alumnos del último año se comporten de esta manera. Es una decepción…
Soun:- Huh…
Jay:-… Palabras y palabras…
Director:- He decidido suspenderlos dos días. Pueden irse. (Dijo enojado y muy serio a los chicos. Jay rápidamente se puso de pie listo para irse.)
Soun:- ¡Pero Señor…! (Exclamó insatisfecho con la decisión del Director)
Director:- Sin duda me sorprende de ti Mitsukake…
Jay:- A mí no me sorprendería… (Susurró sin que nadie alcanzara a oírlo)
Soun:- Maldito Cladmore, vete al infierno…(Con el entrecejo ceñido de forma amenazante, observó a Jay marcharse de aquella sala. No le daba importancia a la situación y eso molestaba aún más a Soun.)
– Al salir de aquella sala un tanto oscura y temida por tantos, rodeada de una atmósfera tétrica a la cual Jay Cladmore ya estaba acostumbrado, se encontró con Atsuko Sugisaki. Ella esperaba fuera de la sala recostada sobre una pared con una venda en su cabeza. El día estaba a punto de terminar, ya estaba atardeciendo. Por la enorme ventana a un lado de la chica, atravesaba un resplandor rojizo que iluminaba de forma cálida el pasillo. Era un mundo totalmente distinto al de la sala del Director. Y allí, allí con una mirada brillante que reflejaba de la forma más dulce ese resplandor, estaba Sugisaki. –
Jay:- ¿Te encuentras bien?
Atsuko:- Sí… la enfermera dijo que fue solo un golpe, nada grave.
Jay:- Me alegro… (Dijo sonriendo, pero luego esa expresión se desvaneció al ver a la chica cabizbaja con algunas lágrimas en su rostro.) ¿Huh? ¿Sucede algo?
Atsuko.- Oh, no… lo siento. (Respondió secando las lágrimas con su mano y sonriendo a Jay) Muchas gracias…
Jay:- Huh, bueno… no debes agradecérmelo.
Atsuko:- Pues lo haré de todas formas… (Dijo con la seriedad típica en ella, cuando repentinamente apareció su hermano menor al fondo del pasillo.)
Sumei:- ¡Hermana! Debemos irnos…
Atsuko:- ¿Huh? Oh, debo marcharme… adiós. (Se despidió marchándose velozmente, sin permitir a Jay decir nada.)
Jay:- A-adiós… ¿Qué… qué es esto?
La mañana siguiente, en Yuzukawa:
Yuko:- Así que te encuentras mejor… que bueno. ¡Me preocupé mucho el día de ayer! (Exclamó aliviada a su amiga, ambas se encontraban rodeadas de un grupo de chicas de su mismo curso.)
Atsuko:- (Sonríe) No debiste preocuparte así…
Mikara:- Oímos que el chico Cladmore inició una pelea con Mitsukake.
Atsuko:- ¿Huh?
Chieko:- Es un buscapleitos ¡Pobre Soun! Su dulce y hermoso rostro… (Suspiró)
Mikara:- Es cierto. Aún no comprendo como pudiste rechazarlo… (Dijo con una voz seria y peinando su cabello con su mano. Ellas se encontraban en el pasillo.)
Atsuko:- Eso no es cierto. Soun es un tonto, el solo piensa en sí mismo. Además… yo creo que Jay es alguien bueno y lindo… (Dijo sonrojándose. Su aspecto era totalmente diferente al que tenía cuando hablaba de Soun.)
Yuko:- ¿Atsuko… enamorada?
Chieko:- ¡No puedo creer que te hayas enamorado de ese mono agresivo!
Mikara:- Quizás venga de otro país pero no es nada popular ni agradable. Simplemente no es para alguien como tú Atsuko. Tienes muchos pretendientes mejores…
Atsuko:- No me agrada que hablen así de él… (Esos comentarios vacíos la hicieron molestar, se alejó un poco de ellas y agregó…) Lo cierto es que no estoy enamorada de él. Lamento haber levantado la voz, después de todo quizás es solo un tonto… (Ese repentino cambio en su punto de vista ¿Sería cierto?) Vamos Yuko…
Yuko:- Atsuko… No creo que realmente piense así de Jay. La campana sonará en cualquier momento… ¡Espera! Nos veremos luego, ahora… tengo algo que hacer. (Respondió corriendo hacia el gran patio del colegio)
Afuera:
Daisuke:- ¡Pásame el balón! (Aprovechaban el descanso para divertirse un poco. A Daisuke se le daba muy bien el deporte, por eso todos los chicos y chicas lo seguían asombrados. En ese momento marcó un gol, pero no pudo continuar jugando porque una voz un tanto chillona interrumpió el juego.)
Yuko:- ¡Hazakuya Daisuke, ven aquí! (Efectivamente, era Yuko. Ella se encontraba a un lado del campo de juego lanzando gritos un tanto molestos. Daisuke se disculpó y salió del juego.) Debo hablar contigo…
Daisuke:- ¿Qué sucede?
Yuko:- Necesito… el número telefónico de Jay Cladmore.
Daisuke:- ¿Jay? (Sonrió  tomando móvil de la chica y guardando el número allí) Muy bien… aquí tienes.
Yuko:- ¡Muchas gracias! (Agradeció  y corrió una vez más hacia el interior del colegio.)
Daisuke:- ¿Huh? Tomonaga Yuko, mejor amiga de Sugisaki Atsuko. Otra de las nuevas ¿No es así? (Cómo si nada hubiera sucedido volvió al campo y continuó jugando)
Ogawa:- No puedo creer que las chicas se acerquen de esa forma a pedir tu número telefónico… que popular te has vuelto Daisuke.
Daisuke:- ¿Huh? No seas tonto Ogawa, después de todo quien se ha vuelto popular es alguien más…
Ogawa:- Oh… no comprendo. Pero esa chica era muy bonita…
Daisuke:- Cállate y sigue jugando gordo… (Dijo a su amigo Ogawa Yukkuri, el chico más pesado del colegio. Era tal la amistad y confianza entre ambos que palabras como “gordo” significaban algo totalmente inofensivo.)
Mientras tanto, en la casa de Jay:
Jay:- Si no fuera por ella… (Susurró mirando hacia arriba con cierta melancolía en su rostro, recostado en su cama. Así era como planeaba Jay desperdiciar esos dos días de “descanso”. Nada de tareas, simplemente dormir…) No estaría aquí ahora ¡Maldita tonta! (Exclamó enojado golpeando con su puño la pared.) En realidad, supongo que… prefiero estar aquí a malgastar mi tiempo en ese tonto colegio, pero…
Cladmore Jay, nacido hace dieciocho años en USA. Curso el último año en el colegio Yuzukawa. ¿Cómo describirme? Oh sí, pocas cosas me interesan. De hecho, creo que casi todo me da igual… a excepción de mi patineta. No me interesa ser popular, ni acceder a una importante universidad. Simplemente… creo que me agradaría encontrar algo que le diera  a mi vida un poco más de sentido. O alguien…
– Repentinamente el móvil de Jay comenzó a sonar, él lo tomó y respondió. –
Jay:- ¿Quién llama?
Yuko:- ¡Jay!
Jay:- ¿Huh?
Yuko:- ¡Soy Tomonaga Yuko! (Exclamó con felicidad y su constante voz chillona)
Jay:- ¿Tomonaga Yuko? ¿Quién es ella? (Preguntó totalmente desconcertado)
Yuko:- ¿Huh? Este tonto no tiene idea de quien soy… De la clase 2-3, amiga de Sugisaki Atsuko…
Jay:- ¿Sugisaki? Oh… creo que…
Yuko:- Lo suponía. (Sonrió)
Jay:- ¿Por qué me has llamado? Se supone que estarías en clases…
Yuko:- Lo sé, lo sé. Deberías ser un poco más amable ¿Sabes?
Jay:- …
Yuko:- Muy bien, iré  al grano. Yo quería preguntarte… ¿Qué piensas de Atsuko?
Jay:- ¿Yo? ¿D-de Atsuko? (Preguntó un poco nervioso. Sin motivo alguno esa pregunta lo hizo sonrojar, o quizás… con motivo.)
Yuko:- ¡Así es! Seguramente debes sentir algo por ella, luego de lo que hiciste el otro día…
Jay:- N-no es eso. Hubiera hecho lo mismo a pesar de que se tratara de otra chica…
Yuko:- ¡Vamos, debe haber algo!
Jay:- Bueno… supongo que Sugisaki es una chica muy bonita. (Tartamudeaba un poco, parecía no querer dejar a esas palabras salir)
Yuko:- ¡Genial! Muchas gracias por tu ayuda. (Y como lo hizo con Daisuke, desapareció sin dar tiempo a ninguna respuesta.)
Jay:- Que chica… más extraña. ¿Sería Sugisaki quien querría saber? ¿En qué tonterías pienso?… (Con un poco de intriga y cierta esperanza, volvió a recostarse en la cama. Sentía algo extraño…)
Una vez más en el colegio, en la clase 2-3:
Yuko:- ¡Atsuko, Atsuko! (Exclamó  corriendo en dirección a su compañera.)
Atsuko:- ¿Huh? ¿Sucede algo, Yuko?
Yuko:- Se de algo que de seguro te interesará… (Dijo con una sonrisa presuntuosa y acercándose bastante a Atsuko)
Atsuko:- Y-Yuko…
Yuko:- No puedo contenerme… ¡El chico Jay cree que eres muy linda!
Atsuko:- ¿Cla-Cladmore? (Al escuchar esas palabras un cosquilleo recorrió su cuerpo, pero…)
Yuko:- ¡Así es! Estoy segura de que está enamorado de ti. (Dijo muy feliz y sonriente)
Atsuko:- Pero eso… no debería importarme. (En ese momento su expresión cambió, parecía muy seria al respecto.)
Yuko:- ¿Huh? ¿Qué tonterías dices, Atsuko? ¡Claro que te interesa! Vi claramente en tus ojos, cuando hablaste de él… que te gustaba.
Atsuko:- Claro que no. El no es para mí, es un buscapleitos… (Su rostro reflejaba la tristeza que Atsuko intentaba disimular)
Yuko:- Creo que esa es una gran tontería. Si realmente están enamorados… esas dos personas, no importa quienes sean.
Atsuko:- … yo ya lo he decidido. Es decir, nunca sentí nada por él y nunca sucederá. (Era muy dura con Jay y… con ella misma.)
Yuko:- Atsuko… (La situación le causaba un poco de tristeza, realmente quería ver a su amiga feliz.)
Atsuko:- El profesor ya está  aquí, debemos sentarnos. (Con un poco de dolor, se alejó.)
Dos días después, luego de la suspensión:
– Jay ingresaba al colegio, como cada día. Había sido suspendido, dos días sin entrar a ese lugar. Pues se supondría que cualquier alumno en esa situación llegaría en hora y evitaría cualquier problema que lo llevara a aquella maléfica sala de dirección. Pero… Jay Cladmore no es cualquier alumno… –
Jay:- Hola… (Ingresó de forma muy despreocupada, tranquilamente. Pero la mujer de portería lo detuvo.)
Portera:- ¡Jay Cladmore, vuelve aquí! Has llegado tarde nuevamente. Ya has sido advertido, si sigues con esa conducta deberás concurrir a clases de verano… (La mujer de portería era una persona adulta. En cuanto a su aspecto físico, aparentaba unos sesenta años. Lo que serían diez años más que su edad original. Era una mujer regordeta, de cabello corto y con anteojos. Ella solía exagerar demasiado las cosas y eso se notaba aún más con su gruesa y sorprendentemente fuerte voz. Así era la señorita Jyu’ko Ogawa. Correcto, ella era la temible madre del enorme Fukkuri Ogawa, compañero de Jay y Daisuke.)
Jay:- Ya lo sé…
Jyu’ko:- Ve a la sala 1-B y espera allí hasta que la segunda campana suene. Por dios ¿Qué haré contigo?
Jay:- Muy bien…
– Al entrar a aquella sala vacía con tan solo algunas sillas, Jay no supo que hacer. No, en realidad sabía que hacer… dormir. Pero al recostarse en aquellas sillas se dedicó unos segundos a recapacitar… –
Jay:- Esta sala es casi como mi hogar. La conozco perfectamente y gran parte de mi tiempo lo malgasto aquí… no es que me moleste, pero a veces se hace un poco aburrido y monótono. De todas formas… (En ese momento un sonido interrumpió a la mente de Jay. Lo siguió una voz femenina un tanto grave excusándose)
Jyu’ko:- ¡¿Señorita Sugisaki tarde?! (Exclamó sorprendida al ver a la chica llegando a tal horario. Ella jamás había llegado tarde, es la alumna perfecta.)
Atsuko:- Lo lamento, ayer no pude dormir bien y me quedé dormida.
Portera:- Oh… pues ve a la sala 1-B, allí debes esperar a la segunda campana. Luego podrás reintegrarte a clases… (Con sus típicos gritos y algunos excéntricos y exagerados movimientos de brazos, indicó a la chica.)
Atsuko:- Muchas gracias. (Dijo con dulzura y seriedad ingresando a la sala)
– Al abrir aquella puerta hubo un silencio especial. La mirada de ambos chicos se cruzó, estaban sorprendidos. Pero por algún motivo, tras aquellos segundos de silencio ambos continuaron con normalidad, como si no se conocieran. Atsuko se acercó a las sillas… –
Jay:- ¿A-Atsuko? ¿Se quedó dormida?
Atsuko:- Jay… ¿Habrá llegado tarde… por mí? Que tonterías digo, él nunca llega en hora. Además… es imposible que supiera que hoy… Por favor, quisiera sentarme. (Su voz demostraba cierta hostilidad hacia el chico.)
Jay:- OK… bruja. (Sin darle importancia se sentó, de esa forma ocupaba tan solo una silla y dejaba el resto libre para Atsuko.)
Atsuko:- Eres un grosero…
Jay:- ¡Oh, lo siento mucho señorita Leiko! (Cómo algunos la llamaban. Leiko, que querría decir arrogante en idioma Japonés.)
Atsuko:- ¡Tú…! Huh… (Suspiro) No hay caso contigo.
– A continuación pasaron unos segundos en silencio. Cada uno aparentaba estar tranquilo y desinteresado, no querrían que sus miradas se cruzaran ya que eso sería incómodo. De repente… –
Jay:- ¿Qué responderías a un chico que pidiera tu número telefónico? (Sería una pregunta que pondría incómodo a cualquiera, pero Jay la hizo con total normalidad. Atsuko se sintió un poco nerviosa al escucharla, pero luego respondió con calma.)
Atsuko:- Huh… Supongo que le respondería con un número falso…
Jay:- Ya veo… ¿Cuál es tu número telefónico?
Atsuko:- ¿Huh?… es éste. (Respondió exactamente como ella lo había dicho, escribió en un trozo de papel su número y lo entregó a Jay.)
Jay:- Muchas gracias, bruja. (Sonrió)
Atsuko:- Tonto… (Dijo susurrando)
– Ese mismo día en el colegio todos rumoreaban sobre la llegada fuera de horario de Atsuko y sobre todo porque esa llegada fue en conjunto con Jay. Ese chico extranjero que la defendió de su popular antiguo novio. Pero ambos hicieron oídos sordos a esos comentarios y continuaron su día. De hecho intercambiaron palabras varias veces durante ese día. Sin embargo el trato entre ellos era el de personas “enemigas”. –
Esa noche…
Atsuko:- Supongo…
– Susurraba cosas mientras hacía su tarea. Sus hermanos la observaban desde la rendija de su puerta, ellos tenían conocimiento de todo lo sucedido con Jay y de esos rumores en el colegio. Su hermano menor, Sumei, era quien llevaba todas las novedades a sus hermanos. Pues se encargaban de proteger a Atsuko aunque no son más que unos tontos, realmente. Formaron una especie de unión llamada “Sugisaki 3”, juntos luchan con cualquier chico que se acerque a Atsuko, aunque se enfrentan a muchas personas además. Son muy conocidos en los alrededores de la Universidad y del colegio Yuzukawa, además de ser populares, son muy fuertes. Pero supongo que esto no es algo que deba contarles ahora. Volviendo a Atsuko… ella seguía murmurando, cuando su móvil sonó. Era un mensaje de Jay, éste decía: “No parece que fuera un número falso, de ser así lo sabré mañana. Ingresa al colegio a la misma hora que el día de hoy.” –
Atsuko:- Jay… (Ese mensaje imprimió una sonrisa en su rostro.)
Sumei:- ¡Ese es el chico del que les hablé! Parece que le envió un mensaje… (Susurró a sus hermanos y sin hacer ningún sonido se marcharon de allí antes de que Atsuko notara su presencia.)
Atsuko:- ¿Debo… responder? Huh… claro que no. Él no es un chico para mí… (Cerrando el libro que se encontraba sobre su escritorio, se recostó en su cama…)
Era un nuevo día en Yuzukawa:
– Parecía que el día sería como todos. Jay había llegado fuera de horario nuevamente, pero Atsuko no estaba allí. Inmediatamente pensó que no era el número correcto y que ella no se presentaría, así que se recostó en aquellas sillas una vez más… –
Portera:- ¡Llegas tarde! (Con sorpresa gritó, haciendo que Jay se pusiera de pie.)
Jay:- ¡Atsuko! (Exclamó  emocionado, pero esa emoción no duró demasiado. No se trataba de Atsuko, sino quien llegaba tarde esta vez era un anciano. De seguro el responsable de algún alumno que llegaba tarde a su cita con el director.) Huh… vaya manera de tratar a los visitantes… (Con un poco de desgano volvió a su posición, cuando repentinamente algo hizo a la portera gritar muy fuerte.)
Portera:- ¿¡OTRA VEZ!? (Exclamó con una voz llena de horror.)
Atsuko:- Lo siento mucho… es que aún no duermo bien. (Con su típica seriedad ingresó, ya conocía las indicaciones, por lo que no le permitió a la portera decir nada más.)
– Cuando ingresó a esa sala ambos se sintieron aliviados ya que ninguno sabía que haría el otro. Sintieron un poco de incomodidad cuando sus ojos se cruzaron, pero nuevamente Atsuko se acercó a aquellas sillas para tomar asiento. –
Jay:- Hola bruja… (Sonrió)
Atsuko:- (Suspiró)
Jay:- Veo que… era el número correcto. (Dijo con voz molesta, como si insinuara algo.)
Atsuko:- ¿Y qué si lo era? Fuiste tú quien envió el mensaje…
Jay:- Huh… La tonta tiene razón…
Atsuko:- De todas formas… ¿Para qué me has hecho venir aquí? (Preguntó un tanto enojada.)
Jay:- Tan solo quería saber si era tu verdadero número…
Atsuko:- ¡¿Qué?! ¿Estoy aquí… tan solo para eso? Eres un maldito… (Susurró con enorme enojo, pero luego comprendió que quien estaba equivocada era ella ¿Qué era lo que esperaba de ese encuentro?)
Jay:- Oye, oye… eres una chica de clase, no deberías hablar así.
Atsuko:- Huh… te detesto. (Dijo indignada e ignoró al chico.) Ni siquiera comprendo por qué accedí a venir aquí…
Jay:- Eso es simple. Pues, por el mismo motivo por el que tu número telefónico terminó en mis manos.
Atsuko:- ¿Huh…?
Jay:- Destiny…
Atsuko:- ¿Destino? ¿Acaso será eso…? (Las palabras de Jay causaron muchas cosas en el interior de Atsuko. Ésta cayó en la duda.)
– Así pasaron varios minutos. Tal y como sucedió la vez anterior, ambos evitaron mirarse. Se encontraban muy silenciosos. Pero Jay interrumpió el silencio y dijo…-
Jay:- Estoy aburrido. (Dijo entre bostezos)
Atsuko:- Pues… yo se a quien culpar.
Jay:- … (Sin decir nada sobre ese comentario, se puso de pie y se dirigió a la puerta.)
Atsuko:- ¿Qué haces? Debemos esperar a que la campana suene para salir de aquí…
Jay:- ¿Acaso no escuchaste? Estoy aburrido. Me marcho de aquí, puedes venir si quieres…
Atsuko:- No lo haré. Ya tengo suficientes problemas, además… con un comportamiento así no te aceptarán en una buena Universidad.
Jay:- Ya veo… eso no me interesa. (Sin darle importancia a las palabras de Atsuko, se acercó a la puerta pero ella lo interrumpió una vez más.)
Atsuko:- ¡Espera! (Exclamó  poniéndose de pie acercándose a él.)
Jay:- ¿Qué sucede ahora?
Atsuko:- No es que me interese lo que te suceda pero… iré contigo. (Dijo un poco avergonzada pero aún mantenía esa fría expresión en su rostro.) ¿Cómo podremos salir?
Jay:- La portera no está, debemos salir antes de que regrese. ¿Estás segura de esto? Yo no pienso hacerme responsable de tus calificaciones…
Atsuko:- Ya lo sé. Soy lo suficientemente adulta como para decidir por mí misma…
Jay:- Muy bien, en ese caso… ¡Vamos! (Exclamó e inmediatamente salieron a gran velocidad.)
– Ambos corrieron hacia la salida, nadie pudo verlos a excepción de Sumei a través del ventanal de su salón. Pero luego de ver la alegría que sentía su hermana el día anterior… él no dijo absolutamente nada. –
Sumei:- Atsuko…
Donde Atsuko y Jay:
Atsuko:- ¿A dónde iremos?
Jay:- No te preocupes, estamos cerca. Ya lo verás… (Dijo sonriendo, mientras corría y sujetaba la mano de Atsuko.)
Atsuko:- … Su mano y la mía, su sonrisa contagiosa. Me gustaría estar así por siempre, que este sentimiento que golpea ahora a mi pecho dure eternamente…
Jay:- ¡Hemos llegado! ¡Ahí está! (Exclamó señalando un enorme predio, con muchos jóvenes y un enorme cartel a la entrada que decía: “Tokyo Skater World”)
Atsuko:- ¿To-Tokyo… Skater World? ¿Aquí es donde…? (Atsuko no podía creerlo, esa no era exactamente la clase de sitio a los que estaba acostumbrada…)
Jay:- Así es. (Respondió  entrando velozmente, se detuvo al otro lado del cartel. Allí se encontraban dos personas un tanto extrañas. Eran un chico y una chica, ambos con ropas bastante llamativas y cabellos de colores.) ¡Jack! ¿Cómo te encuentras, amigo? (Se dirigió al chico de cabello verde, saludándolo de un forma peculiar. Moviendo sus manos y haciendo una serie de gestos de los que nadie comprendía el significado.) ¡Hola Lily! Hace mucho tiempo que no se nada de ustedes…
Jack:- Fuiste tú quien desapareció Jay-Jay X. (Jay-Jay X es su apodo en el mundo del skate .) Nosotros no nos hemos movido de aquí…
Lily:- ¿Ella es tu novia? Es un gusto, finalmente Jay-Jay encontró a una chica para él… (Dijo sonriente, se refería a Atsuko.)
Atsuko:- ¿Qué? Oh, no… él y yo… (Intentó explicar la situación un tanto sonrojada, pero nadie pareció escucharla. Ni siquiera Jay, quien la interrumpió…)
Jay:- Nosotros estamos aquí para patinar. Dame un par de patines y mi patineta…
Jack:- Muy bien, he guardado esta patineta exclusivamente para ti… (Dijo dejando la patineta y los patines sobre la mesa.)
Atsuko:- Lo siento pero… yo no se patinar, Jay. (Eso la avergonzaba un poco.)
Jay:- Eso no es problema. Ven conmigo, Lily ayúdala…  (Respondió poniéndose su casco.)
Lily:- Muy bien…
Atsuko:- No creo… que esto resulte bien. (Suspiró)
– Luego de unos minutos Atsuko estaba lista para comenzar, sus piernas temblaban un poco ya que era la primera vez que intentaba algo así. Pensó que ver a Lily hacerlo la calmaría un poco, pero no fue así. Al ver a Lily hacer esas piruetas maravillosas, Atsuko se sintió más nerviosa e intimidada. No podía borrar de su mente imágenes dolorosas en las que ella era la protagonista… –
Jay:- Sin duda te ves muy bien con ese atuendo (Dijo sonriendo un tanto burlón)
Atsuko:- Huh…
Jay:- ¿Tienes… miedo? (Preguntó al borde de la risa debido a la expresión de Atsuko.)
Atsuko:- Claro… claro que no. (Respondió bastante molesta por ese comentario.)
Jay:- ¡Estás totalmente asustada! (Exclamó riéndose de una forma bastante molesta, en especial para Atsuko, quien era muy orgullosa.) ¡La maravillosa Sugisaki Atsuko está muriendo de miedo!
Atsuko:- ¡Ya basta! No le temo a unos patines, es una tontería.
Jay:- En ese caso… ¡Hazlo! (Con su brazo empujó a Atsuko hacia una rampa. Nada bueno resultaría de eso…)
Atsuko:- ¡Ahhhhhhhh! ¡Maldito idiota! (Era cierto, tenía mucho miedo. Perdió el control sobre los patines y a enorme velocidad se movió por todo el lugar.) ¿Cómo se detiene?
Lily:- ¡No debiste hacer eso Jay! Puede herirse gravemente. (Protestó a Jay y corrió a detener a Atsuko la cual no dejaba de gritar.)
Atsuko:- Ya he llegado hasta aquí… debe haber una forma de hacerlo… (Intentó calmarse y buscar una solución inteligente a la situación, pero al ver una rampa aún más monstruosa que la anterior en su camino, perdió el control. Debía actuar rápidamente, entonces cerró sus ojos y dejó el resto al azar…)
Jay:- ¡ATSUKO! (Exclamó  al ver a la chica ir directamente hacia lo que sería un enorme golpe. Pero…) ¿A-Atsuko? (Susurró totalmente sorprendido.)
Jack:- ¡Maravilloso! ¡GREAT! (Atsuko hizo uno de los trucos más asombrosos y dificultosos sobre sus patines. Todos quedaron asombrados, solamente un experto podría hacer algo así. De esa forma evitó terminar destrozada…)
Atsuko:- ¡Lo hice! ¡Jay, lo hice! ¿Pudiste observarlo? (Dijo asombrada a Jay, mientras seguía avanzando en sus patines.)
Jay:- ¿Ya has hecho esto antes…?
Atsuko:- ¡I’m Lucky! (Exclamó)
Jay:- Fue tan solo un golpe de suerte… (Suspiró un poco decepcionado)
Jack:- ¡Chica, no apartes tú mirada del frente! (No existe la perfección, esa situación lo demostró. Frente a la distraída Atsuko había un enorme muro, no podría evadirlo. La única salida era detenerse…)
Lily:- Oh no, va a estrellarse con esa pared… no puedo ver esto. (Exclamó cubriendo sus ojos)
Jay:- ¡Atsuko, utiliza tus talones y gira suavemente sobre tu pie izquierdo! (Esa era la única manera… ahora tan solo necesitaba suerte.)
– Atsuko demasiado nerviosa y asustada hizo lo que Jay le indicó. Iba a una velocidad enorme, pero pudo detenerse justo frente a aquella pared, su nariz prácticamente rozaba el concreto lleno de graffiti. Liberó toda la tensión de su cuerpo en un suspiro silencioso y calló al suelo…-
Jay:- ¡Atsuko! (Jay la sujetó en sus brazos e inmediatamente todos se acercaron a socorrerla) Too much for one day.
Jack:- ¿Chica, te encuentras bien?
Atsuko:- Mi vida… cruzó frente a mis ojos… (Susurró con una mirada un tanto espeluznante.)
Lily:- ¿Huh?
Atsuko:- ¡FUE GENIAL! Oh dios, nunca había experimentado algo así. La adrenalina… (Una enorme sonrisa apareció en su rostro y sorprendió a todos…)
Jack:- ¡ESA ES LA ACTITUD!
Lily:- Huh… (Risas)
Jay:- (Suspiró) Me preocupaste un poco…
Mientras anochecía, camino a casa:
La calle coloreada en tonos azulados y apenas algunos destellos de luz que rodeaban a los chicos. Era una noche cálida. Una leve brisa guiada por hermosas luciérnagas recorría el lugar. En ese silencio típico de una hermosa pintura cargada de color, sobresalían algunas carcajadas…
Atsuko:- Me divertí tanto que perdí la noción del tiempo…
Jay:- Sí… eso sucede cuando estas al borde de la muerte. (Dijo un poco sarcástico, burlándose de la joven.) Te acompañaré a tu casa.
Atsuko:- ¿Huh? No quiero llegar a casa… ahora, ahora que lo pienso… esto fue como una cita. Mi primer cita con Jay… (Miró al chico un poco sonrojada, sonriente.)
Jay:- ¿Huh? ¿Sucede algo Atsuko?
Atsuko:- No, no es nada… (Dijo como si despertara de un sueño, volviendo su mirada al suelo)
Jay:- Oye, jamás pensé que fueras tan divertida. Parecías una chica aburrida y arrogante…
Atsuko:- Que forma más extraña de hacer cumplidos…
Jay:- (Risas) Lo que quiero decir es que, me agradó salir hoy contigo.
Atsuko:- Yo también disfruté mucho. (En ese momento, Atsuko no era la de siempre. Tenía la misma expresión dulce y frágil que aquel día. El día en que Jay y Atsuko se conocieron, cuando ella le agradeció…)
Jay:- (De una forma tímida y suave dio un empujón a Atsuko, jay no estaba acostumbrado a esas situaciones, no sabía como reaccionar.)
Atsuko:- ¿Huh? (De la misma forma, pero no con tanta suavidad, Atsuko devolvió aquel empujón. A pesar de ser tan pequeña, tenía una enorme fuerza y Jay terminó en un charco de agua, totalmente mojado.)
Jay:- Huh…
Atsuko:- ¡Oh, lo lamento! No fue mi intención, yo…
– Atsuko estaba muy nerviosa, esa no era una de las formas en las que alguien desea terminar una “cita”. Pero Jay se puso de pie y acercó su dedo a los labios de Atsuko indicando silencio. En ese momento Atsuko se sintió muy nerviosa, su corazón latía muy fuerte. Estaba enamorada de Jay…-
Jay:- No te preocupes… (Dijo con dulzura, Atsuko lo miraba fijamente. Parecía que estuviera perdida en sus pensamientos…) ¿Estás bien?
Atsuko:- Es que… tu cabello luce muy bonito así… (Refiriéndose al cabello mojado de Jay. El siempre llevaba un extraño peinado, como puercoespín, pero esta vez su cabello parecía muy suave y liso. Quedaba muy bonito con su color negro y aquellos mechones violetas.)
Jay:- ¿Te refieres a la suciedad del suelo que terminó en mi cabeza?
Atsuko:- Oh, no… ¡Lo siento!
Jay:- (Miró a la chica disculparse bastante avergonzada y comenzó a reírse, Atsuko lo acompañó…)
Una vez en la casa de Atsuko:
Atsuko:- Bueno… este es mi hogar. Muchas gracias por el día de hoy…
Jay:- Gracias a ti… (Era el momento de despedirse, pero ¿Qué sería lo adecuado? Jay miro fijamente a la hermosa chica. Se veía más bella que nunca, bajo ese cielo de luna y rodeada de aquellas hermosas luciérnagas. Acercó su rostro al de ella, pero luego giró besándola en la mejilla.) Hasta pronto…
Atsuko:- Adiós… (Dijo entrando rápidamente a su casa, pero antes de cerrar su puerta miró a Jay quien agitaba su mano despidiéndose, le sonrió y cerró…)
Jay:- … (Listo para marcharse, al voltearse escuchó un grito proviniendo de la casa de Sugisaki. Velozmente se acercó a la enorme ventana.) ¿Huh?
Padre:- ¡¿Cómo te atreves?! Llegas tarde, te escapas… ¿Así es como piensas ingresar a la mejor Universidad de Tokyo?
Atsuko:- ¡Pero…!
Padre:- ¿Acaso no comprendes que arruinas tu futuro? Eres una gran decepción. Yo solo quiero lo mejor para ti…
Atsuko:- ¡Tú no quieres lo mejor para mi! ¡Tú solo buscas lo que tú quieres! (Exclamó enojada, nunca había hablado así a su padre.)
Jay:- Huh… Atsuko…
Padre:- ¡Huh! (Enojado abofeteó  a la joven en su mejilla izquierda.) Un comportamiento inaceptable…
Shuuya:- (En ese momento su dos hermanos mayores Shuuya y Shuichi bajaron por la escalera.) Ya déjala, padre…
Atsuko:- Estaré estudiando. (Indignada desapareció y marchó a su habitación.)
Sumei:- Atsuko…
Jay:- Esto…es todo mi culpa… (Susurró del otro lado del otro lado del ventanal.)
Shuichi:- Si realmente la quieres, déjala en paz… (A su lado apareció el mayor de los Sugisaki.)
Jay:- ¿Huh? ¿Su hermano?
Shuichi:- Si es eso cierto, que la quieres… no arruines su futuro. Simplemente aléjate. (Dijo a Jay con una mirada seria, intimidante)
Jay:- ¿Si realmente la quiero? ¿Qué me aleje? (Esas palabras habían provocado muchas dudas en la mente y el corazón de Jay. Estaba un poco exaltado y nervioso, quizá porque pensaba que todo lo que Shuichi decía era cierto. Era cierto a pesar de que eso doliera.)
Shuichi:- Lo lamento, pero Atsuko y tú no están destinados. Sus metas son completamente diferentes a las tuyas, si ustedes estuvieran juntos tú serías una especie de barrera para ella, entiéndelo. (Al finalizar ingresó a su casa dejando a Jay abatido y pensativo.)
Jay:- ¿Soy una barrera para Atsuko? Nuestras metas, nuestro destino… (Se encontraba casi inmóvil hasta que su enojo lo llevó a golpear con su puño el tronco de un enorme árbol que se encontraba a su lado. El viento balanceó suavemente aquellas hojas que cayeron, mientras Jay sentía una dolorosa culpa en su corazón…) ¡Maldición!
Viernes veinte de febrero del año 2009:
– Jay pensó todo el tiempo en Atsuko, en los momentos que habían compartido el día anterior, en las palabras que su hermano dijo, en el dolor que había sentido. ¿Es posible sentirse feliz y triste al mismo tiempo? ¿Es posible sentirse lleno y tan vacío? Parecía… parecía que finalmente había encontrado aquello que podría darle sentido a su vida. Eso que tanto había buscado y deseado. Pero rápidamente se esfumó y toda esa felicidad cambió. Alejarse de Atsuko significaba perder ese sentimiento hermoso en su corazón, pero continuar junto a ella sería crearle problemas. Quizás Jay era realmente una interferencia, quizás realmente perjudicaba a Atsuko… aunque ello doliera, aunque él no lo deseara. Jay no dejaba de pensar en ello, no pudo descansar en toda la noche. Pero en ese tiempo tomó una decisión, estaba seguro de ello… –
Atsuko:- Jay no ha llegado aún… no debo preocuparme por él, siempre llega a estas horas. Pero…
Yuko:- ¿Sucede algo Atsuko? Estás muy distraída… (Ambas se encontraban en su salón, ya había comenzado el segundo período. Inglés era la única materia que ambos compartían los días viernes, pero Jay no estaba allí.)
Atsuko:- (Con las mejillas un poco sonrojadas contestó) Es que… Jay aún no ha llegado y me preocupa un poco. (Yuko ya sabía absolutamente todo lo que había sucedido entre ellos el día anterior, pero aún así era un poco extraño hablar de Jay de esa forma frente a alguien. Sugisaki es una persona muy tímida.)
Yuko:- Ya veo… ¡De seguro aparecerá pronto! Jamás se pierde la clase de inglés… (Sonrió intentando reanimar a su amiga.)
– Luego de unos minutos, Jay finalmente apareció. Su aspecto era el de siempre, con esa vestimenta un tanto desaliñada y con su mirada agresiva y fría. No era lo que Atsuko esperaba, no lo era hasta que vio a Jay acercarse. Su cabello sí lucía diferente, ese extraño peinado que siempre llevaba desapareció. Atsuko recordó la tarde anterior, el momento en que Jay calló al agua. Su cabello se veía como en ese momento, como Atsuko había dicho que le gustaba. Eso la hizo suspirar de una forma suave y silenciosa, miró a Jay caminar por el pasillo y disculparse con el maestro por su llegada tarde. Él paso justo al lado de Atsuko, ella susurró su nombre pero él continuó caminando. –
Atsuko:- (Esa situación la sorprendió mucho, pero luego buscó una excusa.) ¿Huh? Quizá no me escuchó… ¡Por supuesto! De seguro que fue eso.
– Así pasó el período, no hubo ningún intercambió de palabras entre ellos, ni siquiera de miradas. Cuando la campana sonó, Jay se puso de pie inmediatamente. Sin siquiera pensarlo, sin notar a las personas que la rodeaban, Atsuko corrió en dirección a él y lo detuvo. –
Atsuko:- ¡Jay!
Jay:- (Volteándose preguntó) ¿Qué sucede?
Atsuko:- Yo… Quería saber… ¿Cómo te encuentras?
Jay:- (De una forma fría respondió) No me quejo…
Atsuko:- Huh… ¿Por qué actúas así Jay? (Pregunto un poco preocupada y desilusionada)
Jay:- ¿A qué te refieres? No me sucede nada, me encuentro bien… (Sin darle tiempo a decir nada se marchó, dejando a Atsuko atrás…) Atsuko…
Atsuko:- Jay ¿Qué sucede contigo?
– Así pasaron días, cuando ambos lo notaron había pasado ya casi un mes desde que no se acercaban el uno al otro. Más distantes que nunca, más vacíos que nunca. Ambos sentían esa extraña impotencia de querer acercarse a esa persona a quien aman, pero detenerse antes de poder sentir su calor. Contener esas enormes ganas de intercambiar palabras, de abrazarse. Ambos eran personas distintas, más apagadas, con esa mirada nostálgica. Shuichi observó a Atsuko. Desde aquel día ella dejó de sonreír. Era inevitable para él sentirse culpable, por lo que decidió actuar y hacer todo lo contrario a lo que él y su padre acostumbraban. –
Dieciocho de Marzo del año 2009:
– Era un día de mucho calor y un sol muy brillante. Sobre la cama de Jay se encontraba su teléfono móvil. Eran aproximadamente las quince horas, su teléfono comenzó a sonar. Un mensaje de un número desconocido que decía: “Si realmente la quieres, devuélvele la sonrisa” sorprendió a Jay…-
Jay:- … ¿Si la quiero? Atsuko… (Sin hacer nada se recostó en su cama y entrecerró sus ojos. Muchas cosas cruzaban por su mente, pero parecía que no iba a tomar ninguna decisión. Simplemente iba a quedarse ahí…)
???:- ¡Que demonios! ¡¿ACASO NO PIENSAS HACER NADA?! (Una voz poco familiar provino desde la ventana. Jay se acercó y allí se encontraban Shuuya y Sumei, quien cubría la boca del primero evitando que éste emitiera algún sonido.)
Jay:- ¿Los hermanos de Sugisaki? ¿Q-Qué hacen aquí? (Preguntó un tanto confundido y muy sorprendido por la inesperada situación)
Sumei:- Oh… bueno… nosotros sólo pasábamos por aquí y decidimos subir a tú ventana y… (Intentaba excusarse inventando una absurda situación, esto lo llevó a sonrojarse avergonzado. Era el más inocente de los chicos Sugisaki, el más dulce.)
Shuuya:- ¡Al diablo con las explicaciones! (Exclamó ingresando a la casa por aquella ventana, de una forma bastante agresiva. Típico en Shuuya.) ¿Acaso no leíste ese mensaje? ¿No piensas hacer nada al respecto?
Sumei:- ¡Espera Shuuya! (Intentó  detener a su atarantado hermano y entró a la casa también.)
Jay:- ¿El mensaje? (Parecía confundido, o más bien distraído.)
Shuuya:- ¡Me desesperas chico! No se como Atsuko pudo fijarse en ti…
Jay:- Atsuko…
Sumei:- Por favor Jay, escucha lo que tenemos para decirte… (El cálido trato de Sumei hizo que Jay escuchara con atención)
Shuuya:- Óyeme bien… (Con una expresión un poco más seria que antes, se acercó a Jay y lo acorraló contra una pared.) Shuichi se encuentra donde Atsuko, él le está diciendo toda la verdad. Todo lo que te dijo aquél día. Desde entonces Atsuko no ha vuelto a sonreír y no se por que demonios le atraes… pero tanto Shuichi como nosotros queremos verla feliz.
Jay:- Así que a eso se refirió con devolverle la sonrisa… Lo siento, pero no hay nada que yo pueda hacer. (Cabizbajo y desilusionado apartó a Shuuya y avanzó unos pasos.)
Sumei:- Jay…
Shuuya:- ¿Huh? ¡¿Acaso eres un maldito idiota o qué?! (Muy enojado se acercó nuevamente a Jay y lo tomó amenazante de su remera. Lo levantó en el aire y aproximó su rostro.) ¡Ahora irás al maldito puente sobre el río Hope y hablarás con Atsuko!
Jay:- ¿Al puente, en el río Hope? ¿Y por que se encuentra Atsuko allí?
Shuuya:- ¡AHH! Ya me colmaste la paciencia, no me cuestiones niño. ¡Sumei, esto es un trabajo para los “Sugisaki 3”! (Ya muy irritado llamó a su hermano a la acción)
Sumei:- ¿Huh?
Jay:- ¿“Sugisaki 3”? Este hombre está loco.
Shuuya:- Sumei, haz lo tuyo. (Extendiendo su dedo en dirección a Jay con una expresión espeluznante)
Sumei:- Está bien. No quería llegar a esto, lo lamento Jay… (Excusándose antes de hacer nada introduce su mano en un bolsillo, pareciera que busca algo.)
Jay:- ¿Qué? ¿A qué  se refieren? ¿Qué piensan hacer conmigo? (Retrocediendo unos varios pasos, empezaba a temblar.)
Sumei:- ¡Bingo! Aquí está. (Exclamó al sacar un pañuelo del bolsillo y acercándose a Jay, quien asustado no comprendía absolutamente nada de lo que sucedía allí)
– En ese instante Sumei ató  el pañuelo en el cuello de Jay y lo subió hasta cubrir su boca, evitando que éste hablara. Al mismo tiempo, mientras éste se encontraba distraído Shuuya amarró sus brazos y lo subió a su hombro. Con una enorme sonrisa de malévola satisfacción corrió con Jay sobre sí, atravesando la sala. Los padres de Jay estaban tan sorprendidos que no pudieron decir nada. Inmediatamente Sumei, quien corría detrás de Shuuya, se disculpó por la situación con los Cladmore y les aclaró que no se trataba de un secuestro. Aunque en realidad era exactamente eso. Repentinamente desde una de las habitaciones apareció Madelein, la hermana de Jay, quien es compañera y amiga de Sugisaki Sumei. Ambos se sonrojaron al verse, ella le saludó y les deseó suerte con aquella “operación”, como si se tratara de algo totalmente corriente. Sin perder tiempo los jóvenes continuaron su camino hacia el puente Hope… –
Shuuya:- Espero que el tonto de Shuichi lo logre a tiempo…
Mientras tanto, en la residencia Sugisaki:
Shuichi:- Atsuko, necesito hablar contigo… (Cerró con suavidad la puerta de la habitación de su hermana y se acercó a ella. Atsuko se encontraba un poco deprimida, algo que ya se había vuelto usual en ella.)
Atsuko:- ¿Huh? ¿Sucedió  algo, hermano?
Shuichi:- Bueno… en realidad sí.
Atsuko:- Me preocupas Shuichi, dime…
Shuichi:- Es sobre éste chico, Jay.
Atsuko:- ¿Jay? Oh, no puedo creer que… ¿Intentaron golpearlo nuevamente? (Los hermanos de Atsuko eran demasiado protectores,  cualquier chico que tuviera la intención de acercarse a Atsuko se las vería con ellos. Cuando los rumores entre Jay y Atsuko comenzaron, los “Sugisaki 3” aparecieron frente a Jay…)
Miércoles 18 de Febrero del año 2009:
– Un mes atrás. Jay se encontraba junto a Daisuke en la entrada del colegio Yuzukawa. Era la hora de la salida, así que se despidieron y marcharon camino a casa. Había un atajo directo a la casa de Jay, pero tomar ese atajo suponía cruzar un oscuro callejón. Esto no presentaba ningún problema para él ya que cualquiera que se atravesara en su camino sufriría dolorosos golpes. Pero éste día era distinto. Camino a casa, desde la oscuridad de aquél callejón aparecieron tres chicos. –
Shuuya:- So you are that “Jay-Jay” boy… (Su voz era bastante peculiar, al igual que ese acento al hablar en inglés.)
Jay:- Yes, it’s me ¿Qué quieren? (Preguntó de forma altanera. Demostrando sus habilidades en cuanto al idioma y degradado la capacidad de Shuuya en el inglés.)
Shuuya:- Maldito presumido… (Susurró enojado, pero aún manteniendo la calma.)
Shuichi:- Tú eres el chico… el chico de los rumores con Atsuko.
Jay:- ¿Rumores… Atsuko? (Preguntó un tanto sorprendido. No esperaba que una situación así se relacionara con Atsuko.)
Sumei:- Ya lo sabemos, Cladmore. (Añadió con tono sereno.)
Jay:- ¿Y qué si lo soy? No tengo ninguna intención con una chica como ella, la señorita Leiko.
Shuuya:- ¡Hey! (Exclamó con enojo impacientándose y continuando con su, un poco tonto, diálogo en inglés.)
Sumei:- ¡Detente, Shuuya! (Con su brazo frente al joven, impidiéndole avanzar.)
Jay:- ¿Cuál es su relación con ella? ¡¿Quiénes son ustedes?!
Shuichi:- Shuichi Sugisaki, Shuuya Sugisaki y Sumei Sugisaki.
Jay:- ¿Sugi-Sugisaki? ¡Eso quiere decir que son sus hermanos! (Exclamó totalmente sorprendido.)
Shuuya:- Así es, “Sugisaki 3”. Y estamos aquí para ajustar cuentas contigo… (Comenzaba a presionar sus puños, haciendo que los huesos de sus manos sonaran.)
Jay:- Ya les he dicho que no estoy interesado en su hermana.
Shuichi:- Pues eso no es lo que los rumores dicen. De ser así su imagen terminaría dañada.
Shuuya:- Juntarse con un buscapleitos como tú y ni siquiera tener una relación formal…
Jay:- Llamarme buscapleitos no te exonera de tus acciones. Ustedes son iguales a mí, con la diferencia de que… son débiles. (Culminó en una sonrisa que provocó totalmente a Shuuya y lo llevó a intentar atacarlo. Por supuesto entre esa irritante expresión de Jay, éste evadió ese puñetazo y con aire superior, dio una patada en su estómago.)
Shuichi:- ¡Tú no mereces a nuestra hermana! (Exclamó acercándose a golpearlo también.)
Sumei:- Esperen hermanos ¡Esperen! (Un poco nervioso y preocupado por aquella situación, consiguió llamar la atención de sus dos hermanos antes de que golpearan a Jay.)
Shuichi:- ¿Huh? (Con sorpresa, al igual que Shuuya, se volteó hacia Sumei.)
Shuuya:- ¿Qué sucede, Sumei?
Sumei:- Es que él…
Shuuya:- ¿Qué hay con él? ¡Habla!
Sumei:- Él no ha tenido ninguna intención con Atsuko, simplemente la protegió de Mitsukake Soun ¡Ese era el tipo que estaba molestando a Atsuko!
Shuichi:- Huh… ¿Es eso cierto? (Preguntó dirigiéndose a Jay.)
Jay:- Así es, el maldito de Soun era quien estaba agresivo con su hermana…
Shuuya:- ¿Soun? ¡Pensé  que habíamos sido claros con nuestro mensaje!
Shuichi:- En ese caso ¿Por qué no dijiste nada antes de ser golpeado?
Jay:- Eso no les interesa. Si ya terminaron, me marcho a mi casa… (Acomodando su vestimenta avanzó algunos pasos.)
Shuuya:- ¡Espera! (Exclamó aproximándose a él y sujetando su hombro agresivamente.) Lo-lo lamento.
Jay:- Continúen protegiendo a Atsuko. (Al decir estas palabras, zafó su hombro de a mano de Shuuya y se dirigió a su casa, tan tranquilo como si nada hubiera sucedido.)
Nuevamente en la residencia Sugisaki, dieciocho de Marzo del año 2009:
Shuichi:- No es eso… (Continuó con expresión de preocupación.) El verdadero motivo…
Atsuko:- … (Escuchaba atentamente a su hermano, cada vez más ansiosa.)
Shuichi:- El verdadero motivo por el cual Cladmore se alejó de ti… es mi culpa. (Al finalizar miró a Atsuko a los ojos, esperando su reacción.)
Atsuko:- ¿A qué te refieres? (Respondió agitada)
Shuichi:- Yo… yo le pedí que se alejara de ti. Fui yo quien insistió en que él te causaría problemas… ¡Pero lo hice porque…! (Antes de que pudiera finalizar Atsuko lo interrumpió, tomando su mano con fuerza.)
Atsuko:- Querías protegerme. Lo sé, Shuichi. Y realmente te lo agradezco. Pero ya es hora de que pueda ser yo misma… ser feliz. (Miró a los ojos a Shuichi, con una profunda sonrisa en su rostro, aunque con una mirada en la que comenzaban a brotar lágrimas.)
Shuichi:- A-Atsuko. (Shuichi esperaba otro tipo de reacción de parte de Atsuko. La paz que ella transmitía lo sorprendió)
Atsuko:- No tienes idea alguna de lo feliz que me hace… yo realmente extraño a Jay. (Al confesar su situación rompió en llanto y apoyó su cabeza en el pecho de Shuichi) Pensé que me odiaba, que el final había llegado antes de que nada comenzara. Pensé que me había mentido cuando habló sobre nuestro destino. Pero ahora…
Shuichi:- ¡Ya no puedo soportarlo! El dolor que te he causado es… no podré perdonarme. Por favor Atsuko, permíteme llevarte hasta el puente sobre el río Hope para enmendar mis acciones. (Pidió decidido a la joven que volvía a sentarse, mirándolo a los ojos)
Atsuko:- ¿Qué sucede allí? (Preguntó confundida por el repentino cambio en Shuichi)
Shuichi:- ¡No hay tiempo de explicarlo! ¡Vamos! (Exclamó apresurando a Atsuko)
-Ambos bajaron la escalera velozmente, apenas pudieron dirigirle algunas palabras a su padre. Shuichi tomó su bicicleta y, con Atsuko sentada detrás de él, arrancó a enorme velocidad. Su padre estaba enterado de la situación. Si bien no aprobaba la conducta que Atsuko había tenido, comprendía los sentimientos de su hija y quería lo mejor para ella. Por eso, los tres hermanos Sugisaki pidieron a su padre que permitiera a Atsuko ser feliz. Sin que nadie pudiera darse cuenta, el teléfono móvil de Shuichi cayó mientras ellos viajaban al puente.-
En ese momento, en el puente sobre el río Hope:
Shuuya:- ¡Maldición! El tonto de Shuichi no responde ¡Le repetí cientos de veces que dejara su teléfono encendido!
Jay:- (Se encontraba a unos metros de Shuuya, recostado sobre uno de los muros del puente) Era de esperarse que ella me odiara debido a mi actitud… ¡Maldición! ¿Acaso no…? (Se encontraba cabizbajo y con el ceño fruncido, cuando Sumei se acercó amablemente a él)
Sumei:- No te preocupes, Atsuko no se rendirá tan fácilmente. Estoy seguro de que llegarán en cualquier momento… (Dijo sonriendo, intentando calmar a Jay)
Jay:- Lo lamento Sumei, pero ya no puedo esperar más. Ella no vendrá… comprendo que no quiera volver a verme. (Al decir estas palabras volvió a ponerse de pie y comenzó a alejarse, listo para marcharse. Lleno de dolor y muy molesto consigo mismo)
Shuuya:- Demonios. ¿Sumei, realmente crees que ella no vendrá?
Sumei:- No lo sé, sin embargo creo que existe algo que los une a ambos… (Dijo mientras observaba a Jay alejarse)
-Luego de unos minutos, una voz lejana se escuchó-
Shuichi:- ¡CHICOS! (Exclamó  alzando una de sus manos, mientras se acercaba en su bicicleta)
Shuuya:- ¿Por qué tardaron tanto? ¡Ya comenzaba a preocuparme! (Exclamó sonriendo)
Shuichi:- Te dije que confiaras en mí. (Dijo levantando su dedo pulgar y guiñando su ojo derecho)
Atsuko:- ¿Dónde se encuentra Jay? (Exclamó bajando de la bicicleta y acercándose a sus hermanos)
Sumei:- Me temo que… él… (Dijo cabizbajo con expresión de preocupación) él creyó que no vendrías. Lo lamento Atsuko.
Atsuko:- Jay… (Esas palabras la hirieron profundamente, sin embargo no pensaba perderlo estando tan cerca)
Shuichi:- ¿Qué esperas?
Shuuya:- Ve tras él, hermanita. (Sonrió)
Sumei:- (Asiente con su cabeza)
Atsuko:- Muchas gracias… (Sonrió secando velozmente aquellas lágrimas que apenas surgían y corrió detrás de Jay)
-Atsuko corría por el puente, su mente se encontraba completamente ocupada por el pensamiento de encontrar a Jay. Lo que había sentido aquella vez que él había sujetado su mano, el temblor que se produce en su cuerpo cada vez que sus miradas se cruzan. No quería olvidar eso, por ese motivo corría cada vez más rápido. Sin embargo, perdió todo rastro de él. Sentía que ya no podía continuar, su cuerpo y su corazón estaban cansados y aunque no quería resignarse, lo único que pudo hacer fue sentarse al pie de un árbol. Había llegado a un bonito parque, el viento allí hacía a algunas hojas volar. Atsuko sentía un poco de frío debido a que solo llevaba un vestido. Cruzó sus brazos y apoyando su cabeza en sus rodillas se echó a llorar. Repentinamente una dulce voz hizo eco en sus oídos y una mano se extendió frente a Atsuko.-
Jay:- Deja de llorar, no quiero verte así…
Atsuko:- Jay… (Al verlo a los ojos, con aquella dulce expresión desafiante que tanto calmaba a Atsuko, su mirada se llenó de lágrimas una vez más y apoyó la cálida mano de Jay en su mejilla)
Jay:- Oye, oye… te dije que dejaras de llorar. (Sonreía, parecía aliviado. Se arrodilló frente a ella y la abrazó con fuerza, como si nunca la fuera a dejar escapar)
Atsuko:- J-Jay…
Jay:- I… like you.
-Ambos corazones palpitaron a enorme velocidad y sus latidos se acoplaron perfectamente.-

· THE END ·

Recuerden que su apreciación de la obra es importante para la autora (No mercy). Dejen sus comentarios y recomendaciones.
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