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El camino al que estoy atada. Segunda Parte

Autora: Magdalena Díaz
Título de la obra: The Legend of the Ninja: The forbiden book
En pleno Renacimiento:
Capítulo 2:- El camino al que estoy atada.
Leer primera parte

mujer ninja



Todo se desvaneció con lentitud frente a los ojos de la mujer y finalmente todo se oscureció. Ella se desvaneció frente a Yaseiko, todo acabó para ella. Una vez más la sangre de una persona empapaba su rostro y cubría las marcas violetas en él. Sorprendida por el inesperado movimiento del ninja, Yaseiko, se arrodilló frente al cuerpo de la joven mujer, en cuyos brazos sollozaba su pequeña hija. <<Niña…>> Dijo con un tono enormemente frío, empujando el cadáver hacia un lado y apoyando sobre las cálidas prendas que llevaba puestas a la pequeña. Sin ningún pensamiento, levantó su mirada hacia los ninjas y en menos de un segundo exterminó a todos ellos con su espada. Después de tanto tiempo… esa espada volvió a sentir la sangre.-
Ninjas:- ¡Arrrrgh!
Yaseiko:- No me agradan las injusticias… (El rostro de Yaseiko era completamente diferente. Cualquiera podría decir que se trataba de otra persona… tan seria y fría. En silencio e inmóvil por un segundo tomó en brazos a la niña y continuó su camino, dándole la espalda a aquellos cuerpos)
– En su marcha hacia las afueras de Biribon, Yaseiko encentró una modesta cabaña con puertas y ventanas cerradas. Sin pensarlo se acercó y tocó la puerta… nadie contestaba. Luego de un tiempo de golpear un anciano abrió asustado, ningún asesino golpeaba la puerta antes de entrar, obviamente se trataba de alguien con buenas intenciones –
Anciano:- Lo siento, no hay medicinas aquí… (Dijo con la puerta entreabierta y conjeturando que sería nada más que una víctima de los ninjas.)
Yaseiko:- No necesito medicinas. (Por unos segundos cerró sus ojos, su rostro seguía transmitiendo una extraña sensación…)
Anciano:- ¿Entonces que busca aquí?
Yaseiko:- Acaban de asesinar a la madre de esta niña. Antes de morir me encargó que la cuidara, por favor resguárdela aquí…
Anciano:- ¿Escapará de la aldea?
Yaseiko:- No. Tan solo tengo asuntos que resolver… ¿Es posible que ella viviera aquí?
Anciano:- ¿Vivir aquí? Somos una familia muy pobre, no podremos brindarle los cuidados necesarios. Lo lamento…
Yaseiko:- No tengo tiempo como para buscar el mejor hogar posible para ella… es muy necesario que la acepte aquí. (Yaseiko era muy insistente y más en esa situación.)
Anciana:- (Una anciana quizás la esposa de aquél hombre a su lado, se acercó a la puerta.) ¿Debe resolver asuntos importantes?
Yaseiko:- Huh… soy… yo soy una kuronen de la isla de Biribon. (Dice muy segura, aceptando la oferta de Gouki. En su rostro se reflejó un pequeña sonrisa de alivio.)
Anciana:- ¿Kuronen?
Yaseiko:- El emperador Gouki espera mis servicios. Por favor.
Anciano:- Proteja nuestro pueblo, por favor se lo pedimos. (Dice arrodillándose frente a ella, con sus manos entrelazadas mientras la mujer sujeta a la niña)
Yaseiko:- Se los agradeceré eternamente. (Con un gesto de agradecimiento se marcha, tan veloz como un relámpago, nuevamente en dirección al centro de la ciudad) Debo advertir a Kazuyo sobre el prematuro ataque de Hanmassu…
Mientras Yaseiko no llegaba, en Biribon…
Militar:- ¡Señor! ¡Señor! (Dice irrumpiendo el silencio de la enorme habitación del castillo en el que Kazuyo meditaba) ¡Los guardias de la primera puerta han muerto!
Kazuyo:- ¿Qué?
Militar:- Así es ¡Ninjas del territorio de Hanmassu se acercan!
Kazuyo:-  ¿Un ataque planeado para ésta noche? Sin duda esto es más apresurado de lo que pensábamos… ¡Que el ejército azul proteja la puerta número dos! En cualquier momento llegarán allí… no debemos permitirles pasar de la tercera puerta.
– La isla de Biribon, como todas las islas del archipiélago, tienen una forma de defensa además de la formación de guerra que utilicen. En el caso de Biribon esta protección es llevada a cabo por cuatro anillos de muros. Las puertas uno, dos, tres y cuatro, ubicadas en forma concéntrica rodeando la mansión. Estas puertas son protegidas por los ninjas del ejército de Biribon. Estos ninjas se dividen en grupos. El ejército Azul es el encargado de la seguridad, a cargo de Shiryoku Reisei. –
Militar:- Sí señor, lo haré, señor. (Y se marchó velozmente)
Kazuyo:- Jack…
Haruka:- ¿Reunimos a todos los kuronen?
Kazuyo:- Tan solo somos tres… que Akuro proteja la puerta tres, y tú y yo protegeremos la cuarta y el castillo respectivamente.
Akuro:- ¿Me llamaron?
– Desde la puerta principal aparece una joven, de aproximadamente veinte años con un enorme cargamento de armas y municiones. Su rubio cabello enlazado con una cinta  cubría su espalda y en su hombro cargaba un revólver de considerable tamaño. –
Kazuyo:- Akuro…
Haruka:- ¿Siempre curioseas detrás de las puertas? (Como era típico entre Haruka y Akuro, él siempre conseguía molestarla.)
Akuro:- ¿Siempre irritas de esta forma a tus compañeros de trabajo? (Hablaba de forma burlona, mientras acaricia la pequeña cabeza de Sakiko, la hermana de Kazuyo, que había aparecido desde alguna de las habitaciones.)
Haruka:- Se podría decir que es uno de mis talentos…
Akuro:- Tan arrogante y tonto como siempre ¿Huh?
Kazuyo:- (Sonríe a pesar de la complicada situación) Oye, Sakiko… ya te he dicho que no puedes salir de esa habitación. Por favor, no salgas hasta que yo te lo indique… si llegara a pasarte algo yo… (Su expresión demostraba su preocupación y de forma inmediata la niña volvió a la habitación)
Akuro:- Kazuyo… hace mucho tiempo que no nos reuníamos ¿Sucede algo grave?
Kazuyo:- La guerra que temíamos tuviera lugar entre los imperios comenzó. Aún no reunimos a los cinco kuronen necesarios y Biribon es objetivo de los demás imperios… creo que la situación es lo suficientemente grave como para reunir a los actuales tres kuronen.
Akuro:- ¿Pero quienes ocuparán el cargo de los dos ninjas restantes? Es muy extraño de ti no haber previsto esto antes… el Kazuyo de siempre habría reunido a los cinco kuronen hace ya algún tiempo…
Kazuyo:- Lo sé pero… me resulta bastante difícil confiarle a cualquier persona un cargo tan importante… Biribon es el legado de mi padre y creo que no debe entregársele a cualquiera un peso tan grande.
Jack:- Es muy habitual en ti el hecho de confiar en las personas, es un aspecto de ti que muchas veces critico, pero realmente creo que ahora lo estas haciendo muy bien.
Kazuyo:- Gracias…
Akuro:- Aunque no lo olvides… tomarte muy en serio este trabajo puede traicionarte. El emperador no puede ser uno de los kuronen, es la regla del libro y estoy segura de que tu bien la sabes…
Kazuyo:- Me es inevitable y si es necesario dejar el puesto para luchar por mi pueblo y el de mi difunto padre lo haré…
Jack:- Tan solo espero que no cometas grandes errores.
Kazuyo:- Descuida, seré precavido.
Akuro:- Voy camino a la puerta tres. Estén seguros de que nadie podrá traspasar esa puerta… (Velozmente se marcha a realizar su trabajo)
Jack:- Iré a la cuarta puerta.
Kazuyo:- Comencemos… (Sonríe)
Luego de unas horas…
– Los guerreros de Hanmassu había cruzado ya la segunda puerta, el ejército de Kazuyo no pudo detenerles. Mientras tanto Kazuyo visitaba, en la puerta del castillo,  la tumba de su padre. Esa zona es la más oscura de todo el predio. Cuando se acerca a allí sus ojos se tornan tristes y pacíficos. Apenas comenzaba a llover pero con cada segundo cobraba más fuerza… mil pensamientos cruzaban por la mente de Kazuyo –
Kazuyo:- Padre… ¿Qué puedo hacer? Ahora es cuando más necesito de la confianza que siempre me ha caracterizado pero… siento que no puedo hacerlo. Si tan solo tuviera a alguien a mi lado, alguien que pudiera aconsejarme… (Repentinamente se escuchan pasos detrás de él y con gran velocidad Kazuyo desaparece.)
Ninja:- No te servirá de nada esconderte, no puedes escapar de mi… (Un hombre de enorme tamaño se acercó a aquel lugar y observó  con aire altanero a Kazuyo quien bajando del árbol se puso de pie frente al ninja de Hanmassu)
Ninja:- Ha pasado mucho tiempo… pero finalmente ha llegado el momento ¡De finalizar el deseo de mi padre!
Kazuyo:- Tan precipitado como siempre ¿No, Alaric?
Ninja:- Y tú sigues tan cobarde… es por eso que mi padre, Zéphyr Alaric VII, acabó con Shizen y con toda la aldea.
Kazuyo:- Huh… (Resopla un poco enojado. Si bien no reacciona fácilmente ante las provocaciones de los enemigos, el insulto de Alaric hacia su padre lo enfureció mucho.)
Alaric:- Sin embargo no sería lo mismo si tú no dieras el cien por ciento en la batalla…
Kazuyo:- ¿Qué intentas decir?
Alaric:- Te conozco lo suficiente como para saber que no aceptarías luchar conmigo… y menos en un momento como éste. Por eso, soy capaz se hacer cualquier cosa para hacerte reaccionar. (Sonríe)
Kazuyo:- No lucharé contra ti Alaric. Esa sigue siendo mi respuesta, sin importar lo que hagas ya he dicho que no.
Alaric:- Incluso si… (En ese momento Sakiko apareció y se acercó a ambos hombres, Alaric la siguió con su mirada.)
Sakiko:- ¡Hermano! ¡Hermano!
Alaric:- … ¿¡Acabo con ella!?
Kazuyo:- ¡Sakiko! (Grita intentando alejarla) ¡Por favor, vete de aquí!
Sakiko:- ¿Huh? (Cuando la niña levantó su rostro se encontró con Alaric frente a ella, observándola con una mirada despiadada. Incluso Sakiko, con sus cuatro años era capaz de darse cuenta del peligro que corría.)
Alaric:- (Una sonrisa temible se dibujó en su rostro mientras tomó a la niña por el cuello y la elevó.) Ahora sí… tendrás que luchar conmigo para salvar a la niña. ¡Sino quieres que muera deberás luchar con todas tus fuerzas!
Kazuyo:- Maldición Alaric. ¿Es tanto tu deseo de destruirme? Si es así…
Alaric:- (Comienza a apretar más fuerte el cuello de Sakiko buscando apresurar a Kazuyo)
Sakiko:- ¡Ka-Kazu! (Sollozó con respiración interrumpida.)
Kazuyo:- Sakiko ¡…lucha conmigo! (Su rostro cambió totalmente y mostró una fría y seria mirada a la vez que se movía a una asombrosa velocidad apoyando el filo de su espada en el cuello de Alaric)
Alaric:- ¿Huh? Su velocidad es asombrosa… logré lo que buscaba. (Con una risa irónica llevó su mano hacia la empuñadura de su espada y con gran rapidez se liberó de la espada de Kazuyo)
Kazuyo:- ¡Suelta a la niña!
Alaric:- Oblígame a hacerlo…
Kazuyo:- ¿Con que sentido haces esto Alaric? Sabes muy bien que me es imposible enfrentarme a ti. No importa lo que hagas no podré hacerlo.
Alaric:- ¿Y que hay con lo que acabas de decir?
Kazuyo:- Es simple. El emperador no puede tener ningún tipo de enfrentamiento físico con los guerreros kuronen de otro imperio, si tu sangre se derramara en mi espada… Biribon se quedaría sin emperador. Es para ello que están los kuronen y sus subordinados…
Alaric:- ¿Y dejarás que tu pequeña hermana muera por obedecer esa tonta regla? (Dice bastante cansado, no quiere más excusas… quiere luchar.)
Kazuyo:- Ya he hablado. Tú lucharás conmigo, pero yo no me enfrentaré a ti.
Alaric:- (Risas) Eso es una tontería… deja de hablar ¡Y lucha como un hombre! (Ya muy enojado por la actitud de Kazuyo tomó a la niña del cuello y la apuntó con su espada listo para asesinarla)
Kazuyo:- ¡Sakiko!
Alaric:- ¡Despídete de ella! (Sin pensarlo dos veces atravesó el cuerpo con gran fuerza y la sangre cubrió todas sus ropas)
Kazuyo:- …
Sakiko:- Kazu…
– Sin duda no rompería las reglas, pero con su gran valentía protegió a la niña. Sin razonarlo actuó y con su mano tomó la espada de Alaric y desvió su ataque. La enorme fuerza del ataque hizo polvo su mano, pero la niña estaba bien… –
Alaric:- ¡Cobarde!
Kazuyo:- Sakiko, vete de aquí. (Dijo con su mano aún firme sosteniendo la espada)
Sakiko:- … (Ante el terror la niña no conseguía moverse, apenas podía ver un poco nubloso. Su corazón latía tan veloz y su cuerpo estaba congelado)
Kazuyo:- ¿Qué esperas? ¡Vete!
Alaric:- Está esperando mi espada… (Dijo mientras elevaba con fuerza su espada para librarse de Kazuyo)
Kazuyo:- Detente Alaric. No podrás hacerle daño a la niña…
Alaric:- ¡¿En serio?! (Gritó agitando su espada nuevamente en dirección a la niña. Fue un ataque repentino pero Kazuyo logró reaccionar justo a tiempo. Ahora la espada había atravesado su estómago)
Kazuyo:- Huh… (Su cuerpo estaba cubierto en sangre y estaba paralizado, de rodillas, frente a Alaric)
Alaric:- Maldición. Eres un bueno para nada… esperaba mucho más de ti, pero lamentablemente esta batalla no fue ni siquiera un calentamiento para mi… Te mataré aquí y ahora, y luego acabaré con tu hermana. (Listo para dar el golpe de gracia alzó su espada sobre la cabeza del inmóvil Kazuyo y con certeza lanzó su golpe…)
Kazuyo:-…
???:- ¡Ni lo pienses! (Dijo deteniendo el golpe con su espada) No puedo creer que existan personas así. Maldito pedazo de basura, enfréntate a mí si te atreves… (Hablaba con un tono fuerte, muy lleno de confianza)
Kazuyo:- … ¿Tú? (Desconcertado por la aparición de aquella persona y bastante enfurecido.)
???:- Jamás pensé que vería al Señor Kazuyo de rodillas frente al enemigo…
Kazuyo:- ¿Huh? ¿Qué significa esto?
Alaric:- ¿Quién eres tú? ¡¿Cómo te atreves a llamarme  basura?! (Gritó con ira)
???:- Murasakiro… Murasakiro Yaseiko. Y que se te grabe bien, pues es el último nombre que escucharás en tu vida… (Dijo sonriendo con un rostro bastante escalofriante, incluso para ser una niña de quince años.)
Alaric:- (Risas) ¿Una niñita como tú me matará? Por favor…
Yaseiko:- Ya lo verás…
Alaric:- (Enojado y decidido a acabar en unos minutos con Yaseiko, la atacó con su espada. Tenía una enorme fuerza, pero aún no la utilizaba completamente.) ¡Te acabaré con un solo golpe!
Yaseiko:- (A una gran velocidad desapareció ante el ataque de alaric y le dio un fuerte golpe en la espalda) ¿Estoy acabada?
Alaric:- Oh… Estúpida niña. ¿Cómo demonios evadió mi ataque? ¿Eso fue un golpe? (Preguntó en forma sarcástica. Repentinamente lanzó un gruñido al aire y con mayor fuerza blandió su espada, pero una vez más Yaseiko lo evadió sin problemas. Muy enojado al respecto, Alaric se volteó agresivamente y vio a Yaseiko, quien con su espada cortó apenas uno de sus brazos) Maldición, pudo cortarme… ¿Y piensas matarme así? ¡Me subestimas! (Ya fuera de sus cabales, lanzó otro ataque. Su espada se movía sin ningún criterio, pero su enorme fuerza es la que le permitió llegar al grado de reconocimiento como ninja en el que se encontraba. Tanta fuerza puso en su ataque que en su frente se veían varias gotas de sudor… pero una vez más, Yaseiko despareció ante su ataque más veloz.)
Yaseiko:- (Hubieron unos segundos de silencio, Yaseiko ya no estaba en el campo de batalla. Alaric no podía creerlo. De repente, desde arriba se escuchó un sonido, parecían risas y quien las emitía calló sobre los hombres de Alaric de forma burlona.) Lo siento, es que había fallado. (Con una mirada entrecerrada, muy inocente, empuña su espada firmemente con ambas manos y atraviesa la espalda de Alaric desde arriba, comenzando donde el cuello y terminando casi en su cadera. De una forma aniñada saltó desde la espalda de Alaric quien se desvaneció enseguida, y se acercó a Kazuyo.)
Kazuyo:-Yaseiko… ¿Es-está muerto?
Yaseiko:- Aún no. No destruí ninguno de sus órganos, solo atravesé su piel. Pero seguramente morirá debido a la pérdida de sangre dentro de unos minutos…
Kazuyo:- Llamaré a alguien para que lo atienda ahora mismo.
Yaseiko:- ¿Kazuyo? (Dice con tono de sorpresa) ¿Después de lo que él hizo tú…?
Kazuyo:- (Con un solo chasquido de sus dedos un ninja especializado en al enfermería apareció y se llevó el cuerpo de Alaric en menos de cinco segundos. Éstos eran los ninjas del Ejército Verde. Aquellos ninjas uniformados con trajes de ese color son aquellos, que si bien son totalmente inútiles a la hora de combatir, son maravillosos doctores. Merodean por toda la zona listos para actuar en cualquier momento.) Listo.
Yaseiko:- ¿Huh? Ya veo… (Sonríe) Todo es tan distinto aquí. Es muy claro porque los aldeanos y los ninja te admiran tanto. En María todo era muy distinto…
Kazuyo:- No engrandezcas lo que no es más que mi propio egoísmo. No he acabado con la vida de este hombre porque simplemente no quiero cargar con su inútil muerte. Ellos lo llaman suerte, yo simplemente creo que es egolatría. No todo es tan dulce como parece a simple vista, las cosas cambian y cambiarán con el ataque de Hanmassu. Es matar o morir, la vida de un kuronen… (Hablaba mientras se volteó y se dirigió hacia el salón)
Yaseiko:- ¿Huh?
Kazuyo:- Si todo fuera diferente… él no estaría allí. (Dijo señalando la tumba de su padre) Los ninja de Hanmassu llegarán en cualquier momento. Faltan dos ninja para ocupar los cargos de kuronen restantes…
Yaseiko:- Sí.
Oita:- ¡Señor Kazuyo! (El mensajero encargado de comunicar a los ninjas desde distintos puntos del imperio apareció desde la oscuridad.)
Kazuyo:- ¿Sí, Oita?
Oita:- Ha llegado un mensaje de los kuronen ubicados en la tercera y cuarta puerta. (Dice muy serio, entregándole un pergamino a su emperador.)
Kazuyo:- “Kazuyo, los ninjas de Hanmassu se han retirado. No encuentro ningún motivo razonable, pero no hay rastro de ellos por aquí.” “Señor, no hay señales de ningún ninja de Hanmassu por aquí. Se que parece extraño, pero he buscado en todo lugar y no he visto nada fuera de lo normal. Pido permiso para retirarme de aquí.” Oita, diles a ambos que ya pueden regresar a la mansión.
Oita:- ¡Sí! (Dice y luego se marcha)
Yaseiko:- ¿Qué sucedió?
Kazuyo:- Los ninjas de Hanmassu se retiraron.
Yaseiko:- ¿Qué? ¿Están seguros de que no es ninguna especie de trampa?
Kazuyo:- Sería algo muy obvio, no está al nivel del Gobierno de Hanmassu. Además… (Dice cambiando la expresión de su rostro. Dándole un tinte de preocupación y apoyando su  brazo sobre la barandilla que rodeaba a la mansión.) Desde un principio me pareció algo extraño.
Yaseiko:- ¿Huh? (Aprieta un poco su ropa, para que su cuerpo vuelva a entrar en temperatura)
Kazuyo:- Oh, lo siento ¿Tienes frío?
Yaseiko:- ¿Qué? Oh, bueno… un poco.
Kazuyo:- (Le sonríe a Yaseiko de forma amable) Será mejor que entremos…
Yaseiko:- Muchas gracias.
Una vez dentro de la sala…
– Ambos se encontraban sentados en un gran sillón rojo, era muy lujoso, tanto que cada vez que entraba, Yaseiko se sorprendía. –
Yaseiko:- Ahora que lo pienso… ¿Quién era ese hombre? No era muy fuerte…
Kazuyo:- Kuronen de Hanmassu. Alaric VIII.
Yaseiko:- ¡¿Qué?! ¿Cómo es posible? Pero si era tan… débil.
Kazuyo:-  Jamás olvides quien eres…
Yaseiko:- ¿Qué-qué quieres decir?
Kazuyo:- Es muy normal que alguien como él te parezca débil. ¿Acaso olvidaste tu identidad, Murasakiro Yaseiko?
Yaseiko:- Pero… (Suspira) Además… él es el hijo de quien asesinó a tu padre y quien destruyó a María. ¿Porque pediste que lo asistan? ¿Por qué no luchaste contra él cuando tuviste oportunidad? Sería muy normal que lo hicieras, después de todo lo que él y su familia hicieron…
Kazuyo:- Él no hizo nada, fue su padre quien lo hizo. No veo como algo justo vengarme por los actos de otros.  A pesar de todo… él es “inocente”.
Yaseiko:- ¿Fue por eso que preferiste no pelear?
Kazuyo:- ¿En serio preguntas eso? (Risas)
Yaseiko:- ¿Huh? ¿Por qué ríes? (Preguntó confusa por la reacción de Kazuyo a su pregunta.)
Kazuyo:- Es que… todo kuronen lo sabe. El emperador no puede involucrarse en enfrentamientos de cualquier tipo, a excepción de las Guerras o de procesos revolucionarios para lo cuales necesita un permiso de la comisión de cada isla para participar. En otro tipo de enfrentamientos los kuronen deberán luchar por él.
Yaseiko:- Huh… había olvidado esa norma. De todas formas, te apegas mucho a las reglas… tu hermana podría haber muerto y tú también.
Kazuyo:- Jamás dejaría que Sakiko muriera… pero tampoco permitiré que me expulsen de Biribon por incumplir una tonta regla como esa, es cierto que no estoy de acuerdo con ella y no me agrada el hecho de que alguien deba luchar por mí…
Yaseiko:- (Sonríe) Realmente amas a Biribon y a tu pueblo.
Kazuyo:- Eso dices porque no conociste a mi padre… Shizen sin duda era la persona más fiel a su pueblo que jamás haya conocido.
Yaseiko:- (Sonríe) Me hubiera gustado conocer a tu padre…
– Repentinamente se abre la puerta e ingresa Haruka, caminando con su típico paso un tanto soberbio y tranquilo. –
Haruka:- Kazuyo…
Kazuyo:- ¡Jack! (Exclama poniéndose de pie)
Haruka:- (Sonríe pero su expresión cambia al ver a Yaseiko sentada tímidamente a un lado de Kazuyo) ¿Qué hace ella aquí?
Kazuyo:- (Ignorando la pregunta de Haruka continuó hablando) ¿En dónde se encuentra Akuro?
Haruka:- Ella llegará en cualquier momento, la tercera puerta no se encuentra muy lejos…
Kazuyo:- Muy bien, tengo algo que decirle a ambos.
Continuará…

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6 Comments

  • Vladimir

    =D me acabo de aventar el maraton de The Legend of the Ninja: The forbiden book…donde esta el siguiente??…jeje no entiendo como hacen un castillo con cuatro puertas, que falta de cordura de esos reyes ¬¬
    …pero eso no tiene nada que ver jeje
    …me agrado bastante, todo lo que he leido desde el capitulo I me gustó, no digo que sea perfecto pero esta chido jaja…soy el unico que s epregunta por que el ninja verde no atendio a su majestad a la breveda dposible en lugar de andar quien sabe donde, oculto?
    ….quiero leer mas!!!
    Salud-os, y buen trabajo 😉
    [muchos quisieran tu imaginación..y criticas tan buenas de mi parte :P]

  • Jaramillo

    Me sigue gustando!!!!
    Jajaja, cierto lo que dice Vladimir, las cuatros puertas… detallito de arquitectura!!!
    Hay más acción en este capítulo, cosa que nunca es mala XD

  • Jacri

    Wiiiii al fin la otra parte de esta historia que me ha gustado mucho desde el principio que bueno que ya esta publicada, ahora cuanto tiempo hay que esperar para la proxima entrega?
    Y tienen mucha razon con lo del castillo pero no hace que pierda la emocion que hay.
    Felicidades a la escritora y que siga asi

  • M@U

    Juas! Ahorita buscando signos de actividad noto este tema que no había leído… Y concuerdo, la acción la hace mas llamativa! :O

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